Viajes mochileros de dos amantes del mar. SOBRE y BAJO el agua!
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sábado, 30 de noviembre de 2013

Moalboal

Hemos estado en Moalboal 5 noches. Llegamos en mini-van después de una fugaz visita a Cebu City.

Moalboal es un pequeño pueblito en la carretera, desde donde se accede a Panagsama beach. De "beach" nada, porque playa en sí no tiene. Esto parece un gueto de buceadores. jajaja. Es un camino al lado del mar a cuyos lados hay centros de buceo, hotelitos, restaurantes y bares. Si no se va a bucear poco hay por hacer.

El primer día nos lo tomamos para no hacer nada, descansar en la piscina y hacer un poco de snorkel. El snorkel genial, se ven miles de peces pipa, serpientes y muchos otros peces. El coral hay zonas muy bien y zonas más o menos.





Pues al final no buceamos ni ese día ni el siguiente porque Mati se constipó con el aire acondicionado de la mini-van y como teníamos todo el tiempo que quisiéramos preferimos esperar. No estuvo mal no hacer nada durante dos días ya que no hemos parado en todo el viaje.

Hemos estado en varios hoteles estos días, un resort muy bonito con piscina y un hotelito de mochileros súper barato con una terraza increíble y muy buen ambiente donde hemos conocido a una pareja inglesa que nos ha dado consejos sobre dónde ir en Palawan. También hemos hecho migas con el hermano de la dueña súper majo! De todo un poco!




Mmmm, coca-cola de cristal de 1 litrooooo!





El viernes y sábado buceamos aunque Mati seguía un poco pachucho. Fuimos a la isla Pescador, en teoría de los mejores sitios. La pared muy espectacular pero en cuanto a corales no está muy bien. Nos gustó más la otra inmersión en la que vimos un montón de tortugas y el coral es más bonito, pero aún así hay muchos rotos, no sé si es por la cantidad de buzos que pasan cada día o por qué.




 ¡Menuda cabezadita se estaba dando la tortuga!







Mañana volvemos a Cebú City a coger un vuelo dirección PALAWAN! Yujuuuu!


miércoles, 27 de noviembre de 2013

Bohol

Llegamos a Bohol tras tres horas de ferry desde Siquijor. Con un tricicle fuimos hasta Alona beach. No se si es que estábamos cansados del viaje o qué pero todo nos parecía feo. Una playa turística llena de bares y restaurantes en la arena. Lo único interesante aquí nos parecía el buceo. Además no hay electricidad en toda la isla de Bohol, ya que su suministro viene de Leyte, afectada por el tifón. En resumen, una zona turística, cara y sin mucho encanto. ¡Qué decepción! 



Para no perder el día hicimos una excursión para ver las Chocolate hills, los tarseros y poco más.

Las Chocolate hills son montañitas cónicas sin vegetación alta. En verano se pone marrón la hierba y dicen que parecen bombones de chocolate. Nosotros los hemos visto verdes. La verdad que es un bonito paisaje.



Los tarseros son uno de los primates más pequeños del mundo y son la imagen turística de la isla. Fuimos al santuario de tarseros en el que viven unos pocos en su ambiente natural pero cercados. Es muy difícil verlos pero ¡son tan monos!



De camino pasamos por un mariposario.






Por la noche volvimos al hotel, unas cabañitas en un jardín alejadas del bullicio de la playa. Los hoteles aquí tienen sus generadores pero sólo los encienden por la noche. Por la mañana habíamos comparado precios para bucear al día siguiente. A ver si mejoraba un poco la cosa.

Y sí mejoró. No hay nada que un bonito buceo no pueda arreglar. Fuimos con Valm Diving a bucear a la isla de Balicasag. Fue el mejor precio que encontramos y parecían serios. Buceamos solos con un divemaster así que mejor imposible: nos tomamos todo el tiempo del mundo para sacar fotos e ir a nuestro ritmo. Las inmersiones preciosas. En la primera vimos un banco enorme de jureles y varias tortugas. En la segunda dos peces rana, uno de ellos pequeñito y gorgonias enormes en una pared súper vertical. ¡Nos encantaron los buceos!























Ufff, creo que nos hemos pasado de fotos, jajaja. Somos unos frikis. :-)

Por la tarde queríamos hacer snorkel pero nos quedamos dormidos y ya estaba oscureciendo. Así que cenamos un par de hamburguesas por la playa y poco más.

Al día siguiente volvimos al puerto. Esta vez dirección Cebú, para ir a Moalboal.

lunes, 25 de noviembre de 2013

Siquijor

El jueves cogimos un ferry rápido hacia Siquijor. El viaje fue movidito pero duró sólo una hora. Una vez allí alquilamos una moto tres días a 250 pesos el día! Siquijor es una isla pequeña, sin coches, sólo motos y tricicles y tampoco muchos como en otros sitios en los que es una locura. Por eso decidimos recorrerla con moto.

Lo primero: ponerle gasolina. Aquí las motos funcionan con Coca-cola! Jajaja, es broma, pero la gasolina la ponen en botellas de coca-cola de cristal y las venden por la calle. Allí no eliges entre diesel ni súper ni nada, sino entre verde o roja."¡Un litro de verde, por favor!"



Lo primero que hicimos fue buscar alojamiento para no ir con las mochilotas en la moto. Nos dimos el capricho y nos quedamos una noche en un resort, Coral cay, con piscina, internet, etc. Al día siguiente cambiamos a Lorna's Homestay, a 500 metros: misma playa por la mitad de precio y más ambiente filipino. Es una casita con 6 habitaciones encima de la playa. Desde la cama podemos ver el mar. Al lado vive la dueña, Lorna, y su familia. Son súper atentos y amables.

Esta es nuestra casita:


Los días en Siquijor los hemos pasado recorriéndola con la moto, parando en playas preciosas, cascadas, viendo paisajes. El snorkel no es tan bonito como en Apo Island, pero es que creo que nos hemos malacostumbrado. Hemos visto más serpientes marinas, peces pipa, una mantis, un montón de peces picaso juveniles, estrellas de mar enormes... Sin embargo el coral está un poco hecho polvo y hay poco, o por lo menos desde costa. Quizás si vas en barco a bucear está bien pero no bucearemos aquí, nos reservamos para otro sitio.

Por las mañanas paseamos por la playa en la marea baja y en los charquitos que quedan hay un montón de ofiuras y vimos también 4 pececitos navaja juveniles (Aelodiscus). ¡El más peque no llegaba a un centímetro!


















Una cosa que nos llama la atención es que todo el mundo te saluda por la calle, sobretodo los niños. 

La verdad es que esta isla esla zona menos pobre que hemos visto. La gente vive en casitas bonitas de cemento, con sus jardines, en zonas tranquilas, en medio del campo  o frente al mar ya que en realidad sólo hay 5 pueblos.

Vinimos aquí por ser una isla bonita, tranquila y poco turística aunque me parece que esto está cambiando ya que hemos visto muchos hoteles en construcción. A parte de eso, la gente se dedica a la pesca y agricultura. Por los lados de la carretera hay puestos de pescado fresco y un montón de campos de maíz y arroz. Además hay muchas vacas, cerdos, cabras y perros escuálidos y, como no, gallos. Es el sitio en el que más gallos hemos visto, y mira qué hay por todo. Aquí les encantan las peleas de gallos.



El otro día compramos pescado por la calle y nos dejaron hacer un fueguito en la playa y torrarlo. ¡Qué chulo fue cenar en la playa con el mar en calma y el fuego! Esa misma noche, cuando ya dormíamos, empezó a llover y llover súper fuerte y un montón de viento. Yo había mirado la previsión de tifones por la mañana y no había, pero fue una señora tormenta. ¡Qué miedo!




Y eso es todo en Siquijor. Nos despedimos con esta preciosa puesta de sol. Próximo destino: Bohol.