Viajes mochileros de dos amantes del mar. SOBRE y BAJO el agua!
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domingo, 8 de diciembre de 2013

Sabang

Salimos de Moalboal muy temprano para coger la primera van hacia Cebú City. Esta vez fuimos en los asientos de delante donde hay más espacio para las piernas y las mochilas. Menos mal porque no apetecían nada dos horas y media con las mochilas encima como a la ida.

Llegamos al aeropuerto con mucho tiempo de sobra así que desayunamos bien y pasamos un poco el mareo. Vimos, dentro del mismo aeropuerto, una asociación de masajistas ciegos que hacían masajes por buen precio y ya que teníamos tiempo nos apuntamos. Fue una curiosa experiencia.

Tras un vuelo de una hora llegamos a Puerto Princesa, la capital de Palawan. De allí fuimos directos a una pensión. Sólo queríamos hacer noche, pero ya que estábamos allí luchamos contra el cansancio y salimos a cenar y ver un poco la ciudad. Lo que por la tarde parecía una ciudad tranquila por la noche era un caos ya que había algún tipo de fiesta en la ciudad con fuegos artificiales. Tras dar muchas vueltas cenamos en un puesto de la calle unos noodles y poco más. Agotados, volvimos a la pensión a descansar.


Al día siguiente nos tocaba otra vez van, esta vez hacia Sabang. El trayecto no estuvo mal e incluso íbamos anchos. Por lo menos no fuimos en jeepney que se ve que tarda el doble.



Llegamos prontito a Sabang y buscamos alojamiento. Nos quedamos en Green Verde por 500 Pesos la noche. La chica de allí, mientras desayunábamos unas pedazo de pancakes buenísimas, nos dijo que había una cascada justo delante del mar a la que podías llegar andando. Vimos un cartel que decía que sólo estaba a 2 km, pero vaya 2 km! todo el rato caminando entre pedruscos sueltos en una playa de rocas. Aún así fue muy bonito y más aún cuando llegamos a la cascada! 










Por la tarde Mati hizo un poco de body board.



Yo llevaba todo el viaje queriendo me subir a un cocotero y por fin lo intenté. Jajaja. En Filipinas a las palmeras les hacen muescas para ir a buscar los cocos.




A la mañana siguiente fuimos a ver el río subterráneo de Puerto Princesa, nombrado una de las 7 Nuevas maravillas de la naturaleza. En el pequeño puerto de Sabang te apuntas, pagas las tasas y el trayecto en banka hasta la entrada del río. En los bankas caben 6 personas y así el precio se divide entre éstos. Nosotros nos juntamos con un grupo de turistas malayos la mar de divertidos.

Te dejan en una playa en la que vimos monos y un varano. Te dan un chaleco salvavidas y un casco y otra vez en barco, esta vez una canoa a remo, viajas dentro del río unos 45 minutos. Dentro es muy bonito, sobretodo una zona con el techo súper alto lleno de muerciélagos. El barquero te va contando cosas y la verdad es ue te partías con sus bromas aunque también se echa de menos un poco de información más científica. Pero bueno, luego la leímos en un cartel. En fin, que el tío sólo decía "Esa formación se parece a un trozo de bacon, esa a una zanahoria, esa a la virgen" o "las gotas que caen es agua, aunque yo cerraría la boca por si algún murciélago tiene que ir al baño" y muchas bromitas más. Pero insisto que el tío tuvo su gracia.










La playa de Sabang es bonita aunque hay muchas olas. Una cosa que me ha gustado mucho porque siempre lo había visto en los documentales son los cangrejitos en la playa dejando miles de bolitas de arena. Lo que hacen es ir cogiendo arena y comiéndose lo que pueda haber entre ella. La arena ya "procesada" la van acumulando en forma de bolita y cuando tiene un tamaño detereminado la sueltan. Y así una y otra vez dejando miles de bolitas rodeando su agujero.






Y colorín colorado, Sabang se ha acabado. Próximo destino: El Nido.


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