Llegamos a el Nido después de 5 horas de van por una carretera infernal (las últimas dos horas). La primera noche nos quedamos en un hostal en la calle perpendicular al mar y los otros días negociamos un buen precio en una pensión delante del mar con una terracita comunitaria que acabó siendo para nosotros solos ya que no había nadie más. Allí desayunábamos cada día nuestras ensaimadas filipinas. Sí, sí, se llaman "ensaymadas" y tienen la misma forma, aunque saben más a bollo. Alguno de los colonos españoles sería mallorquín, jejeje.
El Nido en sí no nos pareció muy bonito: agua turbia, turístico y caro caro. Pero es el precio a pagar por estar tan cerca del precioso archipiélago Bacuit: cientos de islitas con acantilados altísimos, lagunas escondidas y playas preciosas. La forma de explorarlas más común es apuntándose a uno de los tours en banka que se venden por todo. Los precios son estándar y los han subido recientemente a 1200 - 1400 pesos (antes costaban 700 - 900) con comida incluida. Nosotros hicimos dos, el A y C y pudimos rebajar el precio por llevar nuestro propio equipo de snorkel. Nos gustaron mucho y el C es muy bueno para hacer snorkel.
En el A fuimos a playa Seven Comando, comimos en Shimitzu Island y visitamos la secret lagoon, la small y la big lagoon. Una pasada de paisajes. Además puedes hacer snorkel en varios sitios.
Al día siguiente alquilamos una moto y nos fuimos a la aventura. Nos dirigimos hacia el otro lado de la isla (este), subimos hacia el norte y luego bajamos por el lado oeste. El camino es 90% de tierra y piedras y con bastantes baches pero nos gustó mucho lo que vimos: pueblitos perdidos en medio de campos de arroz enormes, vacas y cerdos tirados en los charcos del camino, selva, playas muy bonitas, puentes de madera y ríos... Cuando íbamos de camino a la playa Naptan Beach "psssssssssss", ¡pinchamos! Menos mal que no muy lejos encontramos un "vulcanizing shop", vease un tío que te pone parches en las ruedas. Por aquí hay por todos lados así que no debe ser muy raro pinchar, jejeje. Mientras lo arreglaba fuimos a la playa andando y resultó ser muy muy bonita. A la vuelta vimos la puesta de sol en la playa de Las Cabañas y volvimos a El Nido para cenar.
Al día siguiente hicimos el tour C. Al subirnos a la barca alguien nos dice: "hola". ¡Por fin encontramos a alguien español! Llevamos todo el viaje sin encontrar ni uno, sólo franceses, israelíes e ingleses (bueno, y japoneses en Moalboal). Eran Borja y Eña, con los cuales hemos estado varios días del viaje. El recorrido del tour muy bonito y haciendo snorkel en Helicopter Island vimos 6 o 7 sepias enormes! En otra playa, mientras preparaban la comida, también vimos calamares (¡era el día de los cefalópodos!, con lo que nos gustan) y un tiburoncito nodriza.
La comida genial. La cocinaban ahí mismo, en la playa. Había pescado fresco, arroz, alguna ensalda, cerdo, sepia y fruta. Luego seguimos visitando sitios como la secret beach, una playa entre acantilados a la que accedes por un agujero, y la hidden beach, mi preferida.
De vuelta en El Nido cenamos con Borja, Eña y Dagma (una señora alemana que también hablaba español).
Al día siguiente alquilamos un kayak y nos fuimos a buscar playas por nuestra cuenta. No puedes ir tan lejos como en un tour pero sí quedarte todo el tiempo que te de la gana dónde te de la gana. Lo pasamos muy bien.
Y aquí acaban nuestros días en El Nido. Próximo y último destino: Corón.
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